
Día de reunión con Karla, la directora del Instituto, para hacer una valoración del camino recorrido y una proyección de lo que queda por recorrer.
La conversación ha sido muy satisfactoria.
Karla va con una o dos marchas más que la que lleva la media de sus conciudadanos.
Es decir, que ella va en cuarta mientras una buena parte acaba de meter segunda y esto la convierte en una persona con una perspectiva y ambición de transformar las cosas que no es usual por aquí. Los discursos ampulosos de patria y redención a los que son tan proclives algunos catrachos me resultan molestos (o será producto de las primarias que están viviendo, no lo sé). Pero lo que está claro es que un país no avanza con discursos fatuos si no con el empuje de sus ciudadanos.
Y en esta perspectiva de despegue social y económico tiene mucho que ver la educación y la formación.
Por eso es la gratificación de una labor como la que llevo a cabo es tan directa y perceptible.
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