jueves, 2 de octubre de 2008

Dia 21. Para San Paulino, Urbi et Orbi.




Un día, hace unos 9 meses, la voz diáfana de Paulino Gómez Hernández, coordinador de la Formación Ocupacional del programa FOIL (Formación Ocupacional e Inserción Laboral) surgió al otro lado del celular.
Me explicó del programa FOIL lo esencial: Quién, Qué, Cuándo, Dónde, Por qué, Para qué y Cómo.


Le envié mi CV y días después fui seleccionado para estar aquí.
Hubo, antes de llegar a este punto actual, unas cuantas llamadas por su parte, tanto para darme cumplida información del proceso que debía seguir mi Asistencia Técnica para que fuera admitida, como para cuestiones paralelas.


La verdad, creo que Paulino debió pensar en alguna conversación telefónica que su interlocutor era una persona que llevaba una vida disoluta y que se hallaba siempre algo despistado y somnoliento. Imagino que las Jornadas de Coordinación en Mayo, en Madrid y el conocimiento directo le debieron confirmar que presentaba un aspecto normal y que los mails que recibía de respuesta, de mi parte, siempre a las tres, cuatro o cinco de la mañana se debía a un noctambulismo no motivado por la francachela.


En fin, Paulino, persona prudente, nunca preguntó sobre el origen de esa vida un poco fuera de tiempo y de lugar que se adivinaba en las conversaciones.


La razón de todo esto se llama Olimpia y Olivier, dos gemelos que nacieron hoy hace 9 meses y que han supuesto un tsunami de sensaciones en casa y en nuestras vidas desde que llegaron.
El azar, la casualidad o los hados del destino quisieron que todo esto coincidiera en el tiempo. FOIL y biberones. Petición de Asistencia Técnica y cambio de pañal. Primeras conversaciones con Paulino y comida cada tres horas. Era un todo. Junto con la decisión en su momento con Ana, mi querida compañera de vida, cuando la cosa se concretó, de que aquello era una oportunidad y no la podía desaprovechar.


No podéis imaginar cuán intenso es tener dos niños a la vez y lo que requieren de sus padres. Es un torrente de emociones, de aprendizajes, de miedos y de alegrías inimaginables. Hoy, ya lo he dicho, cumplen 9 meses y sospecho que la madre deseará que pronto cumplan 10 para que quede poco para mi vuelta. Desde luego y como poco, una cura de sueño y unas cuantas sesiones antiestrés ya se las habrá ganado: dos meses con dos niños no son como 4 si no como 8.
Desde que estoy aquí he soñado unas cuantas veces con ellos. Hace días escuché por teléfono llorar a Olivier y me pareció un niño ya grande.
He subido una foto relativamente reciente pero, claro, ya no son así.
Hace unos días que están malitos por lo que hoy no ha habido celebración de mesario. De cualquier forma les regalo y os regalo este link, en el que Claudio Baglioni dedica esta canción ya mítica a su hijo Giovanni que acababa de nacer
.




1 comentario:

portoojo dijo...

El tío se une a las celebraciones.
Besosssssss mil.
Javier