martes, 5 de mayo de 2009

Día 2. Reencuentro.


Apenas salía de la cocina en mi anterior estancia y sin embargo hasta las personas del INFOP más alejadas del área culinaria me han saludado con alegría sincera. Con igual intensidad y con más matices lo han hecho Karla, la directora y Aída, mi compañera de cocina. Me siento feliz de volver a verles. Hemos tenido una reunión con Esteban en la que hemos repasado los objetivos de mi asistencia técnica aquí.

Por la tarde he dado una vuelta por los alrededores del hotel para volver a inundar mis pituitarias de ese inigualable perfume a gasolina con plomo mal quemada (lo que se olía en las carreteras españolas de los 70) y para comprar unas tarjetas de recarga para el celular que me ha dejado Esteban. Esta parte de la ciudad es fea, pero de repente un árbol a explotar de delicadísimas flores rojas te regala una imagen de belleza que se empeña en crecer entre las batallas y los pensamientos de los humanos que pasan en torno a él.

En cuanto a mi pensamiento, vuela en repetidas ocasiones hasta Ana, Olimpia y Olivier. Y la imagen de mis hijos es tan fuerte que cuando aparecen en sueños me despierto. Ohú!; nunca había sentido una nostalgia así.

El trabajo diario ayuda a mitigar esto.

Y en ello estaré desde mañana.

2 comentarios:

David Marqueta dijo...

En marcha de nuevo,muchacho. Te seguimos desde ya. Mucha suerte, buen estancia en Honduras.
Abrazo enorme.

Enrique Barrado dijo...

Hooooola Marketosen! Gracias por estar ahí. Abrazos.