domingo, 17 de mayo de 2009

El espíritu está pronto, pero la carne es débil.

Algo menos de un cuarto de kilo.

Y además, al punto, cosa casi imposible en este país en el que la carne a la parrilla, por definición, se hace muuuuuy hecha.

Y con una mazorca de maíz y vegetales.

Y con una cerveza porque, a ver; se puede comer una carne a la parrilla con un batido de fresa? Pues claro, sí, pero es chocante y antagónico.

Sacado el corte de carne, para más señas, de la cabeza del solomillo.

En el Tony Roma’s, una multinacional americana famosa por sus costillas asadas. Famous for ribs es su slogan.

Pero también tienen carne de ternera y, no sé si lo habéis sentido alguna vez; el cuerpo me pedía proteína.

Así que allí he ido, la he devorado como si estuviera en la isla de los famosos (que es hondureña, para más señas), y me he congratulado con el mundo.


Mañana vuelvo al arroz y los frijoles. Vale. Pero ese trozo de occidente en forma de solomillo a la parrilla, con su mantequilla maître d’hotel, ha sido fantástico.

3 comentarios:

manu dijo...

Hola Enrique, me alegra que todo vaya bien.

Yo en petit muy bien. Ahora estoy en la parte de pastelería y la semana que viene me paso a panadería.
Estoy aprendiendo muchas cosas y sobre todo me está sirviendo de antioxidante.
La visión del mundo laboral nunca viene mal.

Ya hablaremos.
Un abrazo.

Enrique Barrado dijo...

Hoooola Manu! Gracias por pasar por aquí. Leo con sorpresa y diversión: "antioxidante". Oxidado tú? O dejas los madrugones o dejas la marihuana, porque, a poco que lo pienses, eres la persona antagónica de un cocinero oxidado.

Cuidate.
Un abrazo gordo.

Anónimo dijo...

Hola liberal

Si Doctor barrado, esta usted en lo cierto: el paciente nunca ha sido de mucho madrugar.

Con la proximidad del rocío ocurren estas afectaciones. Nada grave espero.