
El inicio de las clases me ha dado buenas sensaciones.
He tenido una reunión muy productiva con Karla y Aida y he empezado a trabajar con el grupo, que me ha parecido que tenía gente muy interesada y activa.
La tarde ha sido variada; he ido a ver dos apartamentos, he recuperado una chaquetilla y un delantal que dejé en la lavandería… hace 6 meses, he saludado a viejos conocidos de mi anterior estancia… todos, hasta los de la lavandería, me han saludado con una alegría que es difícil hallar en España.
En fin; más de lo mismo: si no fuera por la gente, para qué diablos iba a venir uno hasta aquí? Luego he conocido a Alberto, otro cooperante que está trabajando en el Ministerio de Trabajo y hemos charlado en el bar del hotel.
Un día completo. Un primer día más natural y relajado que el de la primera estancia del año pasado.
El factor campo, lo llaman en el futbol.
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