El perro que vagaba lastimosamente por el barrio ha mejorado. El indigente de Bulevar Morazán menos. La planchadora de la lavandería iniciaba su gestación; ahora apenas le cabe la camisa de la franquicia. Suenan menos claxon estrambóticos con melodías estrepitosas. El centro Comercial Los Próceres –al aire libre- es como una ciudad europea; calles amplias, aceras limpias y entorno cuidado; pero visto aquí es como un pedazo de parque temático. La tremenda torre de Los Próceres sigue adelante y el aparcamiento, sima tectónica de tierra roja antes, ora es ya una estructura de 6 pisos por encima del suelo. Una de las calles cercanas al INFOP fue asfaltada: la del INFOP tendrá que esperar, no se sabe a quien, no se sabe qué. El rascacielos Torre Sky alberga a sus primeros moradores; se ven las luces por la noche. El local abandonado ha renacido, colorista y posmoderno gracias a una operadora de telefonía celular. Se fueron las mega pijas de la tienda de ropa y accesorios para mascotas: ayer las descubrí; se mudaron a un mall, (de gente bien, claro). Edgardo, el guarda de seguridad de enfrente a casa, sigue en su puesto; todavía no ha perdido la sonrisa. Las acacias están en flor. 40 Lempiras ( 1 y ½ €) para un viaje en taxi, cada vez más difícil.
Así están las cosas por aquí, 7 meses después.
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