Está claro: la Constitución se puede cambiar y a un presidente se le puede reelegir si el pueblo así lo quiere (en este momento en Honduras sólo puede permanecer una legislatura).Pero, probablemente, no se pueda hacer enfrentándose a la Fiscalía General del Estado, a la mayor parte del poder judicial, al congreso de los diputados, a la oposición, al propio partido político, a las Fuerzas Armadas (todavía aquí un Estado dentro del Estado), a la policía, a la mayor parte de la clase dirigente.
No es posible pues, un enfrentamiento armado: el presidente Manuel Zelaya Rosales se encuentra cada vez más solo y me parece harto improbable que termine su legislatura.
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