Los puestos de frutas tropicales, hortalizas, quesos, flores, carnes, pescados y artículos varios se suceden en este espacio de encuentro. Casi todo tenía aspecto de fresco.
En la zona de carnes y pescados, los puestos eran estables.
No existían cámaras pero el estado de limpieza era aceptable.
Los vendedores te ofrecen sus mercancías pero sin agobiarte excesivamente. En un puesto de carne he preguntado el nombre de una determinada parte del despiece de vacuno.
Y entre unas cosas y otras ha surgido la conversación con la dependienta, que hablaba a velocidad vertiginosa.
La señora tenía, como tantos y tantos hondureños, un familiar inmigrado en España. Su aspiración era venir a España para trabajar dos años, ahorrar todo lo posible, volver (victoriosa) y mejorar su nivel de vida aquí. Tenía marido y dos niños pequeños.
Su hermana ganaba 1400 euros de doméstica en una casa, en San Sebastián, y un sueldo así le permitiría comprar aquí una casa mejor.
No es la primera vez que ha surgido la conversación en estos pocos días. Un grupo de alumnos, el primer día en el INFOP, también me hicieron las preguntas de rigor; cuanto gana un cocinero en España, cómo era la vida allí, etc.
Hay un deseo colectivo de inmigrar en este país.
Un anhelo que supera el miedo de un adolescente a iniciar una vida nueva en otro país o la pena de una señora al dejar a su marido y a sus hijos, no dos meses, si no dos años.
Es una fuerza de la naturaleza; lo digo sin afán alguno de hipérbole.
No creo que exista frontera alguna que detenga esa aspiración personal de construirse una vida con perspectivas de mejora.
Yo no sé si hay alguien que imaginó una globalización exclusivamente económica; obviamente la mundialización ha generado flujos de inmigración masiva, que por otra parte están bien estudiados y cuya evolución y proyección al futuro son bien conocidos.. aunque no haya ningun dirigente que encuentre tiempo para hacer un poco de didactismo en este sentido.
Escrito por J. Ramoneda:
Cuál es la función de un líder o un partido democrático: difundir los valores democráticos a asumir las bajas pasiones de la ciudadanía? Según una encuesta de las Cajas de Ahorros, en 1990 sólo el 8% de los españoles sentía rechazo por los extranjeros, hoy lo siente el 32%. Naturalmente, es el contacto con el otro el que despierta las pulsiones racistas. ¿Cuál es la función de los gobernantes: dar gusto a este 32% o demostrar que los problemas de convivencia pueden resolverse sin detrimento de los valores democráticos básicos?
2 comentarios:
Emigrar a España? Encontré opiniones para todos los gustos, el taxista entusiasmado que "ya tengo el visado y todos los papeles, salgo en octubre" (por reagrupamiento familiar), la camarera del turno de tarde que estuvo trabajando como empleada del hogar varios años para un ingeniero español y que no se atrevió a seguirle a Madrid cuando le ofreció contrato indefinido, legal y por escrito, otro taxista que recuerda con gusto sus tacos de jamón en la rambla de Barcelona cada vez que su barco hacía escala, pero que se siente feliz de haber regresado... Pero la historia que considero muy triste es la que viene en el blog "poder catracho" sobre una joven que llegó a Madrid de mojado, encontró trabajo doméstico para una familia hondureña ya instalada y a los tres años, por una identificación policial rutinaria, la deportaron porque aun estaba sin papeles... Por la experiencia de mi trabajo, puedo decir que en 2005 era muy fácil conseguir papeles como empleada doméstica (si el empleador quería hacerlo), y esto de ser explotado y engañado por un compatriota que también ha emigrado es una cabronada muy gorda.
Hola Joan. Siempre es un gusto leerte. Hoy también ha surgido el tema con personas diversas. Según cifras de gobierno en seis meses más de 40.000 hondureños han sido expulsados de Estados Unidos por carecer de documentos.
El estado hondureño cree que en promedio cada 15 minutos un hondureño viaja a Estados Unidos sin la documentación en regla, pero apenas el 17 por ciento logra su propósito. A pesar de todo esto, como bien sabes, el emigrante representa el eslabón principal en la cadena económica hondureña: el gobierno calcula que en 2007 remitirán unos 2.800 millones de dólares en remesas, en divisas, que equivalen al 25,4% del producto interno bruto del país (!!)
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