Hoy he descubierto unas cuantas cosas. La primera, que cuando me he levantado tenia la pierna llena de pequeñas ronchas rojas. Es improbable que hayan sido mosquitos porque mantengo las ventanas cerradas, hay mosquiteras y duermo con un antimosquitos toda la noche. Probablemente deben ser chinches o algún insecto parecido. Una búsqueda en Internet ha venido a confirmarlo, por lo que me he dirigido al supermercado más próximo y he comprado un insecticida al efecto. Como he fumigado toda el apartamento (que ya tenía de por sí el aroma de tres ambientadores comprados hace tres días ) y el ambiente era irresperable, he preferido salir a la calle para no ser yo el primer asistente técnico que fenece por intoxicación.
Era la hora de comer y he hallado en el centro comercial más cercano un lugar que ha significado mi primera aproximación a la comida hondureña.
Se llama "El rincón catracho". Catracho es un gentilicio sinónimo de hondureño y el restaurante representa una de las pocas opciones de probar la comida local, porque por aquí los fast-food americanos han arrasado con casi todas las opciones alimenticias locales. Bien es cierto que el sitio era esencial; poco más que una barra con diversos recipientes que albergaban diversas carnes guisadas o salteadas y guarniciones, ensaladas, pastas, etc. Todo en un sistema de fast-food: bandeja, platos y cubiertos de plástico, servicio en la barra y pagar al final de ella, en caja. Pero la comida estaba buena y el sabor a cilantro en el pollo guisado, tan particular y tan olvidado en casi toda la comida española, perfumaba el plato.
Por contarlo todo, ahora estoy escribiendo esto en un Burger King que está al lado, porque en la puerta una pegatina con el logo del wifi (antenita emitiendo ondas) prometía que la conexión era gratis.
-Mañana empiezo en el INFOP. Me muero de ganas de entrar en acción. Siento una mezcla de alegría por estar aqui y de responsabilidad.
martes, 16 de septiembre de 2008
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2 comentarios:
Como solemos hacer la mayoría, entraste en contacto con la cocina local en un lugar "apto" para foráneos... No me atrevo a recomendar restaurantes a un profesional de la cocina, pero si que te recomiendo que el primer sábado que te sientas preparado para ello, te acerques al mercado (el que está junto al Estadio) y después de bañarte en los colores y olores de frutas y verduras, entres a comer a uno de los puestos populares de esas morenas simpáticas que reinan allí.
Hoooola Joan!
Sí,coincido contigo; la aproximación a un mercado local aporta una visión directa y llena de matices de la sociedad que lo crea y lo circunda, sea cual sea el lugar en el que se esté. Lo apunto para hacerlo cuanto antes. Y como siempre, agradezco enormemente tus aportaciones. Un abrazo.
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