miércoles, 1 de julio de 2009

Patético.

Patético. Es la palabra que mejor puede definir las dos conferencias de prensa con prensa local (deseosa de agradar y adular) y prensa internacional (deseosa de saber) a las que Don Roberto Micheletti ha respondido.
Las respuestas repetitivas, la retahíla de lugares comunes y lo escuálido de las explicaciones hace que uno se pregunte que si ese es el presidente cuál será el nivel intelectual del resto de su gabinete.
Cuando le preguntan por qué sacaron a Mel a punta de fusil del país, con nocturnidad y alevosía, Roberto responde sorprendido: no sé, pregúnteles a los jueces que así lo decretaron o a los que le arrestaron, que se dejaron llevar por un sentimiento…
Cuando le preguntan por qué la comunidad internacional no reconoce al actual gobierno ni a él como Presidente, responde cariacontecido: lo que ocurre es que no conocen la Constitución de Honduras; allí dice que en ausencia del Presidente, yo tengo la responsabilidad de dirigir el país (se le olvida las circunstancias y los instrumentos que le llevaron a ese puesto).
Y si inquieren sobre el recorte de libertades durante el toque de queda, revela con desparpajo que no, no, eso no es así, aunque el Congreso a instancias del gobierno haya limitado 5 libertades fundamentales.
Mientras, en la calle, las manifestaciones se difunden por otras zonas de la ciudad. Pero he de decir que después del paso de los manifestantes no hay un panorama de cristales rotos, contenedores quemados o destrucción; el profundo espíritu pacífico de la personas de a pie es evidente y ha sido así a largo de todos estos días.

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